En Europa se tiende a educar a todos los alumnos (cualesquiera sean sus necesidades) en
clases generalistas; el número de alumnos en escuelas «especiales» completamente aparte
disminuye, ya que se ven transformadas en centros de recursos que apoyan el trabajo de las
escuelas generales. Según los expertos, la educación inclusiva proporciona una base
importante para garantizar la igualdad de oportunidades para las personas con necesidades
especiales en todos los aspectos de sus vidas; requiere sistemas educativos flexibles que sean
capaces de adaptarse a las distintas y, a menudo, complejas necesidades de cada alumno28.
Entre los tipos de prácticas de clase que apoyan la inclusión de alumnos con necesidades
especiales figuran: la enseñanza cooperativa, el aprendizaje cooperativo, la resolución de
problemas en colaboración, la formación de grupos heterogéneos y el seguimiento, la
valoración, la planificación y la evaluación sistemáticos del trabajo de cada alumno. Estos
planteamientos probablemente beneficiarán a todos los alumnos, incluidos aquellos que tienen
más capacidad29.
Por tanto, las medidas para incluir a los niños con necesidades educativas especiales pueden
considerarse una extensión del principio de que las escuelas deben construirse en torno a las
necesidades de cada niño. Pese a estas tendencias, en algunos Estados miembros la
insatisfacción con el tipo de escolarización disponible para todos ha llevado a un pequeño
número de padres a educar a sus hijos en casa.
viernes, 8 de enero de 2010
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